Dice Paulo Coelho:
Un abogado amigo mío, Renato Pacca, me envía un texto interesante: varios estudios biológicos demuestran que un sapo colocado en un recipiente con el agua de su propia laguna, se queda inmóvil mientras estamos calentando el líquido. El sapo no reacciona al gradual aumento de la temperatura (cambios de ambiente) y muere cuando el agua hierve, hinchado y feliz.
Por otro lado, otro sapo que dejemos caer en ese mismo recipiente con el agua ya hirviendo, saltará fuera inmediatamente. Medio chamuscado, ¡pero vivo!
En ocasiones, somos sapos hervidos. No nos damos cuenta de los cambios. Nos parece que todo marcha muy bien, o que lo que no anda bien va a pasar, que es sólo cuestión de tiempo. Estamos a punto de morir, pero nos quedamos flotando, estables y apáticos, en el agua que no deja de calentarse minuto a minuto. Acabamos muriendo, hinchaditos y felices, sin haber llegado a sentir los cambios que se producían a nuestro alrededor.
Hay sapos hervidos que aún creen que lo fundamental es la obediencia, y no la competencia: manda quien puede, y obedece quien tiene juicio. En definitiva, ¿dónde está la vida de verdad? Es mejor salir medio chamuscados de una situación, pero vivos y listos para la acción.
No sé tú, pero yo prefiero ser sapo medio chamuscado que feliz y cocido.
Abrazos pretos y besicos a puñaos.
Muy buena entrada, no había leido esto de Paulo Coelho, me gustó muchísimo.
ResponderEliminarPor supuesto que tenemos que estar preparados para esos cambios, lo difícil es sentirlos, porque a veces, como le comentaba a Eos ayer, ni se notan, pues son cambios que apenas se aprecian, pero otros son tan bruscos que achicharran, como ese agua hirviendo...
Yo también prefiero ser un sapo chamuscado, de echo si los cambios de ambiente no me sientan muy bien salgo corriendo, como ese sapo, luego no veas lo que cuesta recuperarse, pero bueno, nos recuperamos, que es lo importante.
Besos y Sonrisas desde el Sur que está más nublaaaaaaao. ;)
Isora,
ResponderEliminarsiempre es un gustazo leerte por estos lares, y se agradecen esos besos y sonrisas sureños, que por aquí no sólo está nublado sino que de vez en cuando caen chuzos de punta!
Más besos risueños de estas latitudes.
Hola, Susana!!
ResponderEliminarNo conocía este fragmento de Coelho, muchas gracias por descubrírmelo.
yo también prefiero ser sapillo "chamuscao" pero al menos, intentarlo... vivir es errar a veces y acertar otras...
Un abrazo muy fuerte y ya está aquí San Viernes!! :)
Hola, Carpe! Güenos días!
ResponderEliminarPor lo que veo todos preferimos chamuscarnos un poco las patas, aunque lo cierto es que es la opción complicada....
Si te gusta Coelho hay una página (más bien un boletín electrónico) que puede gustarte. Si te interesa, sólo tienes que suscribirte y quincenalmente recibirás textos del que en mi opinión es uno de los mejores autores de estos tiempos. El enlace para la suscripción es éste:
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Disfruta del viernes, que ya no queda ná!
Un besito.
Hola, Susana!
ResponderEliminarSí, es la opción más complicada pero es la que elegimos vivir y hay que asumir que no siempre se sale airoso... ¿no crees?
Me he suscrito a la página que me has dicho :) Muchísimas gracias por el descubrimiento. Me gusta mucho Paulo y ésta es una manera de estar actualizada con textos suyos :)
Ya queda poquito para el finde :)
Un besico
Intentamos ser sapos chamuscados para seguir viviendo, aunque puede haber alguno que elija morir feliz.
ResponderEliminarNo sé si soy sapo o soy rana.
Quizás sólo sé que no sé nada.
¡FELIZ FIN DE SEMANA¡¡CROAK¡¡
Por inercia nos acostumbramos a las situaciones, vamos aceptando los pequeños cambios, aunque nos estén perjudicando, y no hacemos nada por salir de ahí por miedo, pereza, inseguridad, comodidad, ignorancia o porque "es lo que hay" "hay que tragar" "no queda más remedio..."
ResponderEliminarYo digo que existe un mundo de posibilidades!
Un abrazo fuerte y buen fin de semana.
Que razón tiene Coelho, me encanta como escribe este hombre y sus metaforas son geniales y tan fáciles de entender. Yo fui un sapo que se estaba muriendo sin darse cuenta, hasta que sucedió algo en mi vida que me impactó, reaccioné y salí corriendo. Ahora pues ahí estamos intentando curar las quemaduras.
ResponderEliminarYo tuve "suerte" y me despertaron un día, pero es verdad que si los cambios son lentos no te das cuenta, y es verdad que morimos felices, pero sin haber vivido...porque a veces la ignorancia es felicidad.
Un besito :)
A todos los que habéis entrado por este rinconcito y dejado huella, perdonad por no responder uno a uno como es mi costumbre, pero el tiempo apremia y escasea y no quiero dejaros sin respuesta....
ResponderEliminarServidora, aquí donde me veis, también fue una vez sapito feliz en agua cada vez más peligrosa.... hasta que dejé de esperar a achicharrarme y salté. Y ahí sigo, saltando, aunque esta vez me siento acompañada en las dificultades.
Un beso y feliz fin de semana!