Iuna se está haciendo mayor a pasos agigantados, y no es ni bueno ni malo. De hecho está mucho más zalamera que nunca, hasta el punto de que se me queda dormida sobre las piernas cuando estoy viendo la tele por las noches, cosa que nunca quiso siendo cachorrita (bueno, más que ahora). Por lo demás sigue siendo la misma perrita de la que me enamoré el mismo día que la conocí, tan chiquitina (ahora es todo patas), tan bonita (sigue siéndolo), y con esa carita de pena (que sabe explotar a la perfección cuando hace alguna picia). Hoy sin ir más lejos, cuando hemos salido de casa a primera hora de la tarde para sus cosas de mediodía, la puerta de los vecinos de enfrente estaba abierta (cosas de las vecindades pequeñas!), y esta pequeñaja ha aprovechado la ocasión para dar un garbeo por una casa nueva para ella. Imagínate mi vergüenza, entrando y diciendo "que paso, que voy a coger a Iuna". Menos mal que los vecinos, nuevos inquilinos, son de lo más agradables y ya la conocen (tienen un perrito con el que Iuna ha jugado alguna vez) y se lo han tomado a risa. Aún así, mi apuro ha sido grande. ¡A poco me la como!
En fin, que sólo quería colgar uno de los textos que tengo en la puerta de casa, y ya ves! Me lío a hablar y no hay quien me calle. Aquí queda, junto con mis deseos para ti de un buen ecuador de semana. Que ya no queda nada para el finde!
Abrazos pretos y besicos a puñaos.
A LOS AMIGOSP.D.: La entrada de hoy va especialmente dedicada a dos de mis amigas (y sus esposos) recién embarazadas y que han compartido la noticia conmigo esta semana.
No puedo darte soluciones para todos tus problemas de la vida, ni tengo soluciones para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro, Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quién eres no quién deberías ser. Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días pensé en mis amigos y amigas; entre ellos apareciste tú. No estabas arriba, ni abajo, ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el número uno ni el número final.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como tu amigo.
(Jorge Luis Borges)
Me alegro mucho que recuperases de la caída (¡cuidate mucho!) de que las ganas hayan vuelto (Verás como el coche vuelve también) de que Iuna no pierda (es imposible) todo lo que la hace entrañable por mucho que pase el tiempo, de tan feliz noticia de las dos parejas(¡enhorabuena!)y de que haya pasado el martes y trece!
ResponderEliminarUn abrazo Susana,
un amigo.
Gracias Carlos.
ResponderEliminarLa verdad es que la noticia de mis amigos fueron geniales, especialmente por lo inesperada!
Y lo demás sigue su curso. La caida no produjo más daños que un par de moratones, y una heridilla en el amor propio que no tardará en curarse. Iuna seguirá siendo la misma cachorrilla que siempre ha sido; va en su carácter. Y el coche espero recuperarlo en un día o dos todo lo más.
Un abrazo.
Holaa!
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto del todo, sobre todo de esa heridilla en el amor propio ;)
Disfruta de esos pequeños (y deliciosos) momentos con Iuna y enhorabuena por ser "tita" :)
Yo mañana he quedado con mi amiga que está embarazada y estoy deseandito que llegue Navidad para ver a la pequeñina :), a mi "peque-sobri", jej
Un abrazote
PD: Ya hemos pasado el ecuador, sí :) antes de leer tu entrada te lo decía en el carpe, jej :) Me ha hecho gracia.
Se me olvidaba darte las gracias por compartir con nosotr@s este texto de Jorge Luis Borges, ya lo conocía pero nunca está de mal volverlo a leer y, sobre todo, sentir que tienes amigos de verdad cerca pues eso es lo mejor...
ResponderEliminarUn abrazote